Ya salté.

Ya salté
Creo que todas las personas, en algún momento de nuestra vida, tenemos que tomar la decisión de si saltar o no.
Yo salté.
No de inmediato. Lo pensé mucho. Quiza demasiado. Pero al fin salte.
Todavía no termino de caer.
Estoy en ese instante infinito donde me siento caer, donde pienso que abajo me espera nada más que el frío suelo. Pero quizá hay un colchón de rosas esperándome. Lo sabré cuando termine de caer.
No quiero estrellarme la cara. No perdí tanto tiempo pensando mi respuesta y tomando la decisión de saltar para caer así.
Lo más terrible de estar acá es que aveces me dan ganas de volver. De volver a la orilla y no saltar. De volver y pensarlo un poco más. Creo que el miedo en este momento es mi compañero. Y creo que es lo más terrible. Porque sé, cuando se va, que en realidad no quiero volver. Quiero terminar de caer. Quiero ver que más hay. A veces siento que me detengo, en la caída. Que me quedo suspendida en el aire, y que todo a mi alrededor sigue. Yo sola estoy quieta. Incómoda. Quiero terminar de caer.
Quiero ver que más hay.
Yo ya salté
¿Y Ahora?

¿Qué vas a hacer ahora?

Una pregunta y todo cambia.

Una pregunta que ya había respondido miles de veces y pensaba que ya estaba claro que es lo que iba a pasar de ahora en más.

Una pregunta que siempre respondí con mentiras.

Estaba tranquila, ya la había olvidado, ya no existía.Ya había creído mi mentira.

 Estaba tratando de dejar que las cosas pasen solas, que se den o no, que todo fluya y siga su curso sin que yo interfiera.

Pero yo no interferí. Yo me paralicé.

Y me enoje, por siempre tener la misma respuesta sin fundamentos reales.

Por echarle la culpa al destino de no dejarme avanzar. Por no saber que responder verdaderamente.

Y me enojé mas por no decir lo que en verdad quería decir, por no gritar en respuesta la verdad más grande que se escondía dentro mio.

Por no animarme a decirlo, por no animarme a hacerlo, por ser miedosa y mentirosa.

¿Sí puedo hacerlo, si lo quiero hacer, si tengo como y con que, si me gusta, si me apaciona, entonces por qué no?

Por miedosa. Por cagona. Por maricona. Por no querer soltar.

Pero no me aguanté más y lo grité. Lo grité un poco, despacio, pero lo grité al fin.

Creía que gritándolo todo iba a salir mejor, que todo se iba a dar fácilmente, que no iba a pasar nada.

Pero no, porque siempre pasa algo, y más siendo yo siempre pasa algo que no es del todo bueno,

Y otra vez se me voló la cabeza pensando. Y otra vez tengo dudas. Y otra vez no se que hacer. Y otra vez tengo miedo de lo que vaya a pasar. Y otra vez dudo de lo que dije, y me creo una mentirosa. Y otra vez creo que hablé de más con la gente que no se lo merecía.

Y ahora otra vez estoy mal y no se que hacer..

No sé para donde ir, no se para donde tirar, no se para donde me lleva el viento.

Y me siento en el medio de dos caminos, y vaya para donde vaya siento que estoy dejando de lado algo importante, algo que de verdad es importante.

Y otra vez estoy hecha un manojo de nervios e inseguridades.

Si voy para un lado pierdo todo lo que tengo, pero si me quedo con todo lo que tengo ahora pierdo todo lo que se supone tendría que venir.

¿Me arriesgo o me quedo?